V JORNADA DE LOS ABUELOS Y LAS PERSONAS MAYORES

Feliz el que no desvanece su esperanza

El 26 de julio, memoria de San Joaquín y Sta. Ana, los padres de la Virgen María, los abuelos de Jesús, la Iglesia celebra, desde hace mucho tiempo en nuestro país, el día de los Abuelos. Ellos se merecen todo, porque son muy importantes para los nietos, tienen un papel fundamental en la familia…

En nuestros tiempos secularizados, en los que la familia cada vez está más desestructurada, los abuelos tienen un papel aún más importante: son un lazo de unión entre generaciones, los transmisores de la fe en muchas ocasiones.

Por este motivo el Papa Francisco, quiso que el domingo más cercano a este día de S. Joaquín y Sta. Ana fuera celebrado en toda la Iglesia como la JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y LOS MAYORES; así ocurre desde el año 2021. Bajo el lema “Feliz el que no desvanece su esperanza”, toda la Iglesia está llamada a visitar a los mayores, porque ellos son signos de esperanza para nuestro mundo, para la Iglesia.

El papa León XIV, siguiendo el camino de su predecesor, ha escrito un bonito mensaje para esta jornada, que nos convendría leer con serenidad y sacar muchas enseñanzas.

Además, en este año Jubilar de la Esperanza, esta jornada tiene un matiz muy especial. El Papa León ha decidido que quienes no puedan peregrinar a Roma, que son la mayoría, podrán conseguir la Indulgencia jubilar visitando a los ancianos en soledad o si se realiza una obra de caridad o peregrinación donde ellos estén presentes.

En su mensaje, como indica la CEE, el papa León XIV afirma que «la vejez puede ser un tiempo de bienaventuranza en el que la esperanza, probada en el fuego de una larga vida, se convierte en fuente de alegría y de renovada confianza en el Señor. Dios nos enseña que, a sus ojos, la ancianidad es un tiempo de bendición y de gracia, y que para Él los ancianos son los primeros testigos de esperanza».

Aunque lo mejor es leer el texto íntegro, aquí dejamos 5 ideas del mensaje del Papa León XIV para esta V JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y LAS PERSONAS, para abrir el apetito:

1- La ancianidad es un tiempo de gracia, no de declive

El Papa León XIV afirma que la vejez no es una carga ni un momento “vacío”, sino una etapa de sabiduría y bendición. Los mayores no deben sentirse apartados, sino reconocidos como guardianes de la memoria, la fe y la esperanza.

2- Los mayores son testigos de esperanza para los jóvenes

En un mundo donde reina la prisa y la incertidumbre, los mayores —con su paciencia y fe cultivada— pueden enseñar a esperar con sentido, a no desesperar en las pruebas. Su historia y experiencia se vuelven “profecía viviente”.

3- No hay esperanza sin vínculo: necesitamos comunidad

La esperanza se sostiene en los lazos humanos y espirituales. El Papa invita a fortalecer los vínculos entre generaciones: “los nietos necesitan a sus abuelos, y los abuelos necesitan a sus nietos”. Esta reciprocidad da vida a todos.

4- Los mayores tienen una vocación activa en la Iglesia

El mensaje subraya que los ancianos no están jubilados de la fe. Están llamados a orar, aconsejar, consolar y participar en la vida de la comunidad. Son apóstoles de la ternura, especialmente en este Año Jubilar de la Esperanza.

5- La esperanza cristiana vence el miedo a la muerte

León XIV recuerda que la verdadera esperanza cristiana no se basa en el bienestar, sino en la certeza de que “Dios no abandona nunca”. Incluso ante la fragilidad o la cercanía de la muerte, los mayores pueden vivir con paz y sentido.

La imagen de arriba es de nuestra casa de Jaén, por gracia del Señor, este año la puerta jubilar es en nuestra capilla. Residentes y Hermanitas están encantados de poder recibir a los peregrinos.