Oceania

Seis hermanitas francesas y dos inglesas llegan al puerto de Merlbourne el 5 de noviembre de 1884 después de un viaje de seis semanas. Se instalaron en dos casitas, donde ahora se encuentra el hospital de S. Vicente. A lo pocos días llegó la primera anciana y desde entonces el trabajo de las hermanitas nunca ha cesado de florecer en esta ciudad. Ya en otra edificación más grande, en 1890 había doscientos ancianos, y en 1892 trescientos. Muchos de ellos eran víctimas de la época en que dominó la fiebre del oro. No habían hecho fortuna y ahora estaban en la calle. Las vocaciones comenzaban a florecer. En 1886 seis jóvenes australianas se unieron a la congregación, y en 1887 otras nueve.

Después fue la fundación de Sydney, el 1 de noviembre de 1886 desembarcaron un grupo de siete hermanitas de muy diferentes nacionalidades: cinco francesas, una inglesa, una irlandesa y una americana.

En 1887 el dolor llegó a esta pequeña comunidad. Una hermanita contrajo la fiebre tifoidea y murió con 34 años. Otras tres hermanitas fueron también infectadas, pero afortunadamente se recuperaron.

La presencia de las hermanitas en Nueva Zelanda tuvo sus comienzos por un encuentro providencial que tuvieron con el obispo durante una visita a Melburne, allá por el 1884. Este encuentro llevó a la aprovación de una fundación en Auckland, pero esta se retrasó por la fiebre tifoidea que golpeó a la comunidad de Sydney. Por fin en Junio de 1888 dos hermanitas llegaron a la ciudad en busca de una casa conveniente para acoger a los pobres. Unos años más tarde fue la fundación de la casa de Dunedín, también en Nueva Zelanda.

Pero también en Nueva Caledonia está implantado el carisma de humilde servicio de Juana Jugan. El 9 de febrero de 1897 cuatro hermanitas llegaron a Noumea.

El P. Peter Schwehr, después de cuarenta años de misión en Samoa, fue recibido en nuestra casa de Auckland. El obispo que fue a visitarlo, vio rápidamente que la necesidad de una casa de hermanitas en esta pequeña isla del pacífico. Una de las características de la hermosa y rica cultura del pueblo de Samoa es su familia extensa, de la cual los ancianos son los más venerados. Su función es impartir sabiduría a los jóvenes. Cuando esta fundación fue solicitada por el cardenal Pio T’aofinu’u, la generación más joven de samoanos buscaba trabajo en Nueva Zelanda y otros lugares por ello pensó que había llegado el momento de pensar en cuidados alternativos para los ancianos que se quedaban en casa. El cardenal estaba preocupado por el bienestar de sus catequistas ancianos.

La fundación fue aceptada por el Capítulo General de septiembre de 1970 y comenzaron los preparativos.A medida que se acercaba la “cuenta regresiva” para la salida de Sydney, cuatro Hermanitas se reunieron en Randwick para estudiar el idioma y las costumbres de su nuevo país. Estas Hermanas representaban cuatro países, Nueva Zelanda, España, India y Australia. Era el 27 de junio de 1971 cuando llegaron a Apia, Samoa Occidental.

 

Australia
Perth

Melbourne

Sydney

Nueva Caledonia
Noumea
Nueva Zelanda
Auckland

Dunedin

Samoa Occidental