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Pl.Tetuán, 45-49
08010 BARCELONA
En 1863 llegaron a Barcelona las primeras Hermanitas de los Pobres procedentes de Francia, con el propósito de abrir una casa de acogida para ancianos pobres, hombres y mujeres, era la primera fundación en España. Las Conferencias de San Vicente de Paúl de Barcelona querían organizar cocinas económicas, y el negociante Mariano Lluch, que había conocido la congregación en París, les propuso encargarse de esta obra. Al saber que la misión principal de las Hermanitas era acoger a los ancianos desamparados, acordó con ellas la fundación de una casa en la ciudad.
El 19 de marzo de 1863, fiesta de San José, llegó a Barcelona la Madre Asistenta General, Marie de la Concepción, acompañada de varias hermanitas. Obtuvieron rápidamente las autorizaciones oficiales necesarias y fueron recibidas con gran simpatía por la sociedad barcelonesa. Ese mismo día alquilaron una casa y, de manera providencial, una persona desconocida entregó el importe del alquiler. Para las hermanitas, aquello fue una confirmación de la Divina Providencia que guiaba sus pasos.
Su llegada fue tan inesperada que no había camas preparadas. Los vecinos les prestaron mantas y almohadas, y ellas durmieron sobre paja, agradecidas de poder vivir así la pobreza de una fundación. A pesar de sus limitaciones con el catalán —que algunas habían comenzado a aprender en Perpiñán—, las hermanitas acudieron al mercado y fueron rodeadas por personas de toda condición que querían conocerlas, hablar con ellas, recibir una bendición y ofrecerles donativos.
Las colectoras regresaron a casa entusiasmadas, compartiendo la alegría de la experiencia y depositando todo lo recogido a los pies de San José, rezando por sus benefactores. La casa sólo podía acoger a veinticuatro personas, por lo que al principio sólo recibían mujeres. Sin embargo, un anciano de 80 años llegó un día diciendo: “Vengo para quedarme aquí”. Al no poder recibirlo, replicó: “Me llamo José”. En honor a San José, decidieron acogerlo. Faltaba ropa de hombre, pero justo en ese momento llamaron a la puerta con un paquete que contenía un traje completo y ropa interior. José, feliz, repetía que “lo tomarían por un señor”.
En esos primeros tiempos, la ayuda nunca faltó. La Madre Asistenta escribía a la Casa General: “No he hecho nunca una fundación como esta; todo el mundo está admirado y nos traen cosas de todas partes”. La presencia de religiosas pidiendo colectas y acogiendo hombres resultaba novedosa y llamaba la atención de la sociedad.
El inicio de la obra en Barcelona fue una auténtica experiencia de fe y de confianza en la Providencia. Bienhechores y simpatizantes se unieron a esta labor que rápidamente ganó popularidad. El espíritu de familia, la cercanía y la entrega de las hermanitas despertaron simpatía y adhesión en el pueblo. Gracias a esta primera fundación, se abrió el camino para nuevas casas de acogida en otras ciudades de España, extendiendo así la misión de la Congregación.
San Salvador, 1
08012 BARCELONA
Fecha de llegada:
27 abril 1890, Siendo obispo de la Diócesis el Excmo. Sr. D. Jaime Català y Albosa. Desde hacía tiempo, las Conferencia de San Vicente de Paul deseaban una de nuestras casas para el barrio de Gracia, existían ya las casas de la calle Caspe y calle Conde de Borrell.
Los padres del Oratorio de San Felipe Neri rezaban pidiendo por intercesión de San José la llegada rápida de las hermanitas al barrio. Durante más de dos años un centenar de personas se reunían en el oratorio filipense para rezar “los siete domingos a San José” por esta intención; el padre José, superior del Oratorio los animaba. El Sr. Obispo de Barcelona, que conocía y amaba la Congregación también deseaba esta fundación.
Habiéndose encontrado un local de alquiler bastante grande, allí se instaló la pequeña comunidad el 27 de abril de 1.890.
Extensión del terreno:
7.728 m2. 53 cm. que cinco años más tarde se compran por 136.250 ptas. que D. Salvador Damá Marqués de Marianao recibe de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres por conducto de su representante Sor Apolonia de San Francisco, superiora de la casa. Existe una escritura de compra autorizada por D. Juan Armengol y Piferrer, abogado, notario del Ilustre Colegio de Barcelona a 10 de julio de 1895.
Existe otra escritura de entrega de fincas otorgada por los señores albaceas de D. Pablo Servaol y Solé a favor de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, autorizada por D. Miquel Martí y Beya abogado, notario del Ilustre Colegio de la Ciudad de Barcelona fechada a 10 de febrero de 1.906 con una cláusula al final diciendo que en el caso en que las hermanitas tuvieran que dejar la casa por el motivo que fuera, esta y los terrenos pasarían a los herederos de D. Pablo Serval y Solé.
Los trabajos de la construcción de la casa comenzaron en septiembre de 1896. La bendición de la primera piedra tuvo lugar el 19 de junio de 1897.
El 18 de Julio de 1898, las hermanitas tomaron posesión de la nueva casa. La construcción había costado 446.750 ptas. entregadas por los señores testamentarios de D. Pablo Serval. Ese mismo día D. Juan Barguno pagó una comida de fiesta para los ancianos.
100 Aniversario de la fundación de la Casa de las Hermanitas de los Pobres
de la calle San Salvador, 1 (Gracia) Barcelona
Antes de que las hermanitas llegaran a Gracia, habían precedido y preparado el nuevo asilo abundantes donaciones y limosnas; el secretario del Sr. Obispo regaló un burro; un canónigo, las mesas para el comedor; otro, 100 ptas., para comprar utensilios de cocina etc.…. Un grupo de personas regalaron 37 camas, una bienhechora 60 mantas de lana y otra 50 de algodón. Una familia se encargó de las sábanas y otra pagó todas las sillas.
Los primeros bienhechores de la nueva casa fueron: Dña. Mercedes Gallard, Dña. Emilia Girona, Dña. Francisca Pujol; los canónigos Cortés y Ribas, el Marqués de Brusi, D. Francisco Carreras, etc.….
Los ancianos pobres no tardaron en pedir la entrada en el asilo naciente que las hermanitas de la calle Caspe habían preparado con mucho esmero.
El Sr. Obispo permitió que se celebrara la Misa en la Capilla provisional, y su secretario había entregado todo lo necesario para la misma.
Mosén Pau Ginesta, Capellán de las hermanitas de la calle Caspe, celebró la primera misa el día de Pentecostés; los once ancianos de la casa participaron en ella. Desde ese día, el Santísimo Sacramento se quedó permanentemente en el Sagrario.
Cinco años más tarde, tuvo lugar la compra del terreno para la construcción de la nueva casa, bendiciéndose la primera piedra el 19 de junio de 1.897 y el 18 de julio de 1.898, las hermanitas tomaron posesión de la casa. Ese mismo día, D. Juan Barguno pagó una comida de fiesta para los ancianos.
El 1º de Julio de 1.940 se inauguró la estatua del Sagrado Corazón colocada en el jardín, en un sencillo acto presidido por el párroco y el capellán de la casa.
En diciembre de 2009 se marchan los Ancianos a las diferentes casas de Cataluña con miras a una rehabilitación/construcción de la nueva casa puesto que la actualidad no reúne las condiciones exigidas por las Normativas en vigor. IPB Consulting es la Empresa encargada del estudio. El Ayuntamiento ha puesto muchos obstáculos por ser un edificio protegido, así como el jardín. Se ha hecho un estudio histórico arquitectónico, pintura primitiva, diferentes estructuras, estudio de los árboles… El Departamento de Parques y Jardines nos ha obligado a avalar las palmeras. Todo ello antes de tener concedida la licencia de obras.
Las obras empiezan en enero-febrero del 2010 y se terminan oficialmente para no tener que afrontar a una nueva subida del IVA, el 30 de agosto de 2012. A partir de ese momento una pequeña comunidad se instala en la 3ª planta, aunque falta todavía mucho por hacer y la capilla está lejos de estar terminada.
El 19 de enero de 2013 tuvo lugar la inauguración oficial de la casa presidida por el Excmo. Cardenal Lluis Mª Martínez Sistach.


Av. Pio XII, 1
30205 CARTAGENA (Murcia)
Resumen histórico del Asilo de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres en Cartagena
Las Hermanitas de los Pobres llegaron a Cartagena en 1882, instalándose en una pequeña casa alquilada en la calle del Escorial. Con apenas cincuenta céntimos como recurso inicial, abrieron allí su primer asilo para atender a los ancianos más necesitados. Permanecieron en ese lugar hasta mayo del mismo año, cuando se trasladaron a un nuevo inmueble en la calle Sagasta, lo que supuso una mejora para continuar su labor caritativa.
En 1885, gracias a la intervención del obispo Mariano Alguacil, recibieron como donación el edificio del antiguo palacio del Duque Severiano, en la zona conocida como Puerta de la Villa, en el Cerro de la Concepción. Este emplazamiento ofrecía una buena ventilación y un amplio patio interior donde los ancianos podían pasear y tomar el sol. Sin embargo, la antigüedad del edificio y las dificultades de acceso pronto hicieron evidente la necesidad de un nuevo lugar más adecuado.
En 1926 se adquirieron unos terrenos en el Barrio de la Concepción, frente al Huerto de los Palmeros. La construcción del nuevo asilo estuvo a cargo del arquitecto Víctor Beltrí, referente del modernismo en Cartagena. El 6 de octubre de ese mismo año se colocó y bendijo la primera piedra, en un acto muy popular y festivo presidido por el obispo Ramón Saldonja. Aunque las obras avanzaron lentamente, se llevaron a cabo con gran seguridad y eficacia. Durante este periodo, los ancianos fueron trasladados a dependencias provisionales hasta que el edificio quedó concluido, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en la historia del asilo.
El nuevo edificio fue inaugurado en 1930 con la bendición de la capilla semipública, ubicada en la nave central, que destacaba por su altar de medio punto y columnas ornamentadas. El asilo se construyó con capacidad para acoger a 180 ancianos, superando con creces las limitaciones del anterior, que solo albergaba a 116. Desde entonces, el espíritu solidario de los cartageneros se volcó en apoyar a las Hermanitas mediante donaciones y actos benéficos.
A lo largo del tiempo, el edificio sufrió diversas reformas para adaptarse a nuevas necesidades. En la década de 1960 se instaló un ascensor, y en octubre de 1971 se inauguró la Residencia para Ancianos Inválidos, financiada en parte gracias a la generosidad de uno de los propios residentes.
Cuando se cumplían 80 años de su inauguración, en 2010 se emprendió una profunda reforma integral para adaptar las instalaciones a las normativas vigentes y reforzar sus estructuras. Entre 2010 y 2013, la empresa Ferrovial Agroman, bajo la dirección de IPB Consulting, llevó a cabo estas obras, dotando al edificio de modernas instalaciones que mejoraron notablemente la calidad de vida de los residentes. La sociedad cartagenera colaboró activamente para que la obra se completara con éxito.
Finalmente, en 2013, las Hermanitas regresaron al edificio renovado, cuya reapertura oficial se celebró en 2014. Desde entonces, continúan con la misión iniciada en 1882, fieles al legado de solidaridad y servicio a los más necesitados que inspiró a Santa Juana Jugan.
c/ Barcelona, 49
17002 GERONA
La iniciativa de la fundación de Gerona corresponde al señor Müller, alcalde de la ciudad en aquella época, quien deseaba grandemente esta obra en Gerona. Se alquiló una casa con capacidad para veinte ancianos aproximadamente.
El Sr. Alcalde acompañó personalmente a las Hermanitas cuando iban al mercado y las recomendaba a los vendedores, explicándoles lo que hacían. El resultado fue óptimo: regresaban cargadas de legumbres, carne, pescado… la colecta en metálico resultó muy bien. Desde entonces, Gerona ha apoyado siempre la casa de los Ancianos y ésta ha echado hondas raíces en la tierra gerundense fiel, leal y agradecida.


c/ Dr. Félix R. de la Fuente, 8
18006 GRANADA
El 18 de diciembre de 1863 llegaron a Granada siete Hermanitas de los Pobres, procedentes de Francia, para abrir una casa de acogida para ancianos pobres. Era la tercera fundación en España y marcó el inicio de una larga historia de hospitalidad en la ciudad.
El impulso inicial lo dio D. Antonio Escolano, ilustre granadino y gobernador del Banco de Barcelona, quien conoció la obra de las Hermanitas en dicha ciudad y se propuso dotar a su tierra natal de un lugar para los ancianos más necesitados. Con la ayuda de amigos caritativos e influyentes y con la aprobación del arzobispo, solicitó a la Madre General un pequeño grupo de hermanitas, que fueron enviadas gustosamente.
El recibimiento en Granada fue muy cálido. Varias familias las alojaron en sus casas, y el arzobispo las acogió paternalmente, prometiéndoles apoyo espiritual y material. Durante tres semanas recorrieron la ciudad en busca de una casa adecuada y, aunque no era muy grande, decidieron instalarse en una vivienda modesta. El 13 de enero de 1864 tomaron posesión de aquel pequeño asilo, rodeadas de gran pobreza pero llenas de confianza en la Providencia. Esta no se hizo esperar: al día siguiente recibieron de regalo sillas, mesas y camas nuevas. Incluso el alcalde llevó personalmente a la primera anciana. La obra quedaba oficialmente inaugurada.
Pronto la casita se llenó de ancianas y de un anciano. La falta de espacio obligaba a usar el zaguán de la cocina como recibidor, oratorio y sala de comunidad. La presencia de las hermanitas en las calles pidiendo limosna sorprendió a la ciudad, que no estaba acostumbrada a ver religiosas de esta manera. Muchos recordaban la figura de San Juan de Dios recorriendo las mismas calles. Su primera visita al mercado fue todo un acontecimiento: las vendedoras las rodearon con simpatía y llenaron sus cestas, invitándolas a volver cuando necesitaran.
A medida que los pobres acudían en mayor número, fue necesario buscar una casa más grande. En agosto de 1864 se trasladaron a una vivienda espaciosa aunque deteriorada. En 1874 se presentó la oportunidad de adquirir el terreno donde hoy se levanta la casa. El contrato se firmó el 14 de agosto, y en 1875 comenzó la construcción del edificio principal. Gracias a la generosidad de los granadinos y a varios legados, pudieron instalarse en 1877 y completar los trabajos en 1880.
Con el paso de los años, las necesidades de los mayores cambiaron y, casi un siglo después, fue urgente construir una nueva casa. Gracias al esfuerzo y colaboración de muchas personas se levantó la actual, ubicada en la calle Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, en el Zaidín. La inauguración oficial se celebró el 8 de marzo de 1986, festividad de San Juan de Dios, con una Eucaristía presidida por Mons. José Méndez Asensio, arzobispo de la diócesis, y la participación de autoridades, bienhechores y amigos de la obra.
Pº de la Estación, 7
23007 JAÉN
En la tierra de olivares, desde el año 1864, el Señor Escolano, director del Banco de Barcelona, y otras varias personas, hacían gestiones para tratar de implantar ahí la Congregación. Los primeros intentos fracasaron, pero la Sra. de Vadillos, hermana del Señor Obispo, no desistió. En 1865, la superiora de la casa de Granada es enviada a Jaén para entrevistarse con las autoridades, y todo fue favorable. El Señor Obispo, el Gobernador y el Alcalde de la ciudad, prometen su ayuda.
El 2 de abril de 1867 llegan a Jaén dos Hermanitas para llevar a cabo la fundación. De nuevo la Madre Asistenta General Mª de la Concepción, como en Madrid unos meses antes, y Sor Bernardina de Siena son acogidas por Dª Concepción Escolano, quien les ayudará a buscar una casita que podría albergar unos diez ancianos. El 11 de abril se instalan en la calle Higueras.
En una carta a Francia escriben: «Estamos muy bien instaladas, pero todavía no ha llegado ningún Anciano. El otro día nos indicaron que había una señora ciega, que vivía sola; me dio lástima pero al mismo tiempo alegría pues ella puede ser nuestra primera acogida.» En efecto, no tardó en llegar acompañada de una vecina. Dijo a las Hermanitas: «Ella está sola, no tiene a nadie, y he pensado que donde mejor está es aquí.»
Se cuenta en el libro de fundación que en los primeros años la escasez era la nota común. Hermanitas y Ancianos tuvieron que contentarse durante seis años con cabras para tener leche. Pasado un tiempo consiguieron una vaca con su ternera y fue un consuelo para todos, ya que este hecho supuso una gran mejora en la alimentación de todos.
Otra de las anécdotas que encontramos en el citado libro, denota el espíritu de familia que reina en la casa desde sus orígenes. Se cuenta el caso de un Anciano de 91 años que ayudaba todos los días con ilusión a los compañeros ciegos de la casa.
El número de acogidos crecía día a día. La casa quedó pequeña y tuvieron que cambiarse a otra, en la calle Pilar de la Imprenta. Pronto esta tampoco era suficiente, por ello en 1890 compran un terreno en el Paseo de la Estación y comienzan a levantar la casa actual, confiando siempre en la Providencia. Siempre agradeciendo la protección de San José a lo largo de estos años. ¡Que el Señor siga bendiciendo esta casa, cuantos moran y trabajan en ella!


Rua de Campolide, 163
1070-029 LISBOA (Portugal)
La fundación de las Hermanitas de los Pobres en Lisboa se realiza a petición de la Sra. Da. María Emilia Bolhamann de Miranda y de su hija Carolina.
Las seis Hermanitas destinadas a implantar la obra en la capital portuguesa llegan el día 20 de octubre de 1884. Acogidas por estas bondadosas señoras, son acompañadas a la casa que se les había preparado, situada en las Escalinatas de San Crispín, en el antiguo Convento de San Patricio.
A comienzos de noviembre, 13 ancianitos habitan ya en la casa.
El Señor Nuncio Apostólico, Monseñor Vannutelli, informa al Papa León XIII de la llegada de las Hermanitas a Lisboa. El Santo Padre responde con un telegrama, manifiesta su alegría y bendice la nueva fundación.
El Señor Cardenal Patriarca, Don José Sebastián Neto, concede las autorizaciones necesarias y solicita, desde la primera audiencia, la admisión de dos ancianitas.
Un médico, el Sr. Dr. Francisco de Assis Brito, se ofrece para prestar gratuitamente sus cuidados a los queridos pobres.
La colecta se organiza rápidamente por todas partes y, incluso en el mercado de la Plaza de la Figueira, las Hermanitas son recibidas con gran simpatía. Un agente de la Policía se ofrece para acompañarlas y ayudarlas a llevar los sacos.
Desde entonces, todas las clases sociales acogen la obra de las Hermanitas de los Pobres, convirtiéndose en intermediarios de la Providencia.
Al no poder acoger a todos los pobres, las Hermanitas deciden construir una nueva casa.
La Excma. Sra. Da. Matilde Gaspar Lima vende su terreno en la calle de Campolide –y lo vende muy barato pues era para San José–, con hermosas vistas al Acueducto de las Aguas Libres.
La construcción comienza en 1888. El 17 de octubre de 1891, una parte de las obras está terminada, lo que permite realizar la mudanza. La caridad de los ya numerosos benefactores se manifiesta: treinta vehículos están a disposición de las Hermanitas para transportar a los 112 ancianitos.
En 1900 el asilo está completamente terminado.
Las circunstancias políticas de 1910 obligan a las Hermanitas a dejar la casa de Campolide: el dolor de los ancianitos y el sufrimiento de los benefactores les rompen el corazón.
Embarcan el día 18 de enero de 1911.
Veintisiete años después, en marzo de 1938, las Hermanitas regresan de nuevo a Lisboa. Encuentran la casa casi en ruinas. El Gobierno ordena el comienzo de las obras. Antiguos y nuevos benefactores se presentan para ayudar.
Así, la obra de asistencia a los ancianos en la capital portuguesa puede continuar.
Damos gracias a Dios porque hasta hoy esta obra sigue viva en la calle Campolide. Muchos ancianos encuentran la paz y el cariño al final de su vida gracias a Dios y también gracias a todos aquellos que acuden en ayuda de estas almas.
¡Gracias!
c/ Almagro, 7
28010 MADRID
Corrían tiempos nada fáciles. En el año 1864, D. Juan Ortí, Profesor de Filosofía en la Universidad y gran amigo y bienhechor de las Hermanitas en Barcelona, trasladado ahora a la capital de España, deseaba de todo corazón que la obra se implantara en Madrid. Dos años después, el 26 de noviembre de 1866 llegan dos Hermanitas para fundar una casa, la Madre Asistenta General Mª de la Concepción y Sor Stephanie Marie de la Visitation. El Señor dispuso los corazones de las autoridades religiosas y civiles que dieron enseguida todas las autorizaciones.
Pero la prueba no se hizo esperar. ¡No había manera de encontrar una casa apropiada! El resto de Hermanitas que vinieron de Francia para la fundación tuvieron que esperar en Barcelona hasta que se encontrara una casa en Madrid. Estaban seguras que San José no podía abandonar a sus pobres.
Con una fe profunda, las Hermanitas se lanzaron a su búsqueda recorriendo la ciudad en todas las direcciones. Otras muchas personas que se interesaban vivamente por la Obra hacían lo mismo. Por fin el miércoles 2 de Enero de 1867 se instalaban en una casita en la Calle Hortaleza, con gran agradecimiento; el sábado siguiente recibían ya las primeras Ancianas.
Los comienzos fueron pobres y sencillísimos. Pero la Providencia vela incansablemente, como siempre, para que los pobres no carezcan de nada. Los madrileños se declaran partidarios de una Obra que les va derecha al corazón.
A las pocas semanas la naciente institución albergaba ya doce Ancianas. Entre ellas una de 104 años, lista como un lince, que enseñaba a las Hermanitas la cocina española.
El número aumentaba de día en día; a los pocos meses eran cincuenta los acogidos. El local resulta insuficiente. Las dificultades de la época son muchas, la pobreza, la revolución en 1867; pero las Hermanitas no desisten, avanzan resueltamente con el arma de la fe.
Otro miércoles, el 24 de agosto de 1870, se compró el terreno que la Madre Asistenta General Mª de la Concepción había escogido tres años y medio antes, se llamaba El Jardincillo del Paraíso. En abril de 1875 tuvo lugar la colocación de la primera piedra del actual edificio en la Calle Almagro; estuvieron presentes muchas autoridades de la época, encabezadas por el Rey Alfonso XII. En marzo de 1878, se trasladan a la nueva casa, aún sin terminar. La Capilla fue bendecida en el año 1886.
¡Cuánto agradecimiento por tantos gestos de generosidad a lo largo de tantos años hasta nuestros días! ¡Cuántos miles de Ancianos, al final de sus días, han sido felices y se han encontrado con su Creador! ¡Cuántas Hermanitas han entregado sus vidas a través de gestos humildes y sencillos! ¡Gracias de corazón a todos!


Ctra. Virgen del Espino, 1
28460 LOS MOLINOS (Madrid)
El 8 de diciembre de 1970 se inauguró en Los Molinos, en la Sierra de Guadarrama, el nuevo edificio del Noviciado. Este se encontraba en Madrid, en la Calle López de Hoyos, donde desde 1897 muchas almas generosas se prepararon para entregar sus vidas al Señor.
La nueva construcción, en líneas muy sobrias, rodeada de la belleza de la naturaleza propia de la sierra madrileña, reúne las condiciones que requiere toda casa de formación. En aquel ya lejano 8 de diciembre de presidió la ceremonia Mons. Ricardo Blanco, el Obispo Auxiliar de Madrid-Alcalá.
Hace poco tiempo se celebró el 50 aniversario de la apertura de esta casa. En este video podrán ver más detalles de esta casa, donde hoy en día se vive el espíritu de familia de Sta. Juana Jugan, al mismo tiempo que existen jóvenes que se forman para ser Hermanita de los Pobres.


c/ Héroe de Sostoa, 1
29002 MÁLAGA
En la segunda mitad del siglo XIX, España vivía bajo el reinado de Alfonso XII. Málaga, impulsada por su puerto y clima, se abría al progreso. La familia Larios, especialmente Martín Larios y Herreros, impulsó el desarrollo económico con la industria algodonera, el ferrocarril Málaga-Córdoba y la modernización del transporte marítimo. Sin embargo, la revolución industrial trajo también pobreza: muchos ancianos quedaban solos y desamparados.
Preocupados por esta situación, empresarios como los Larios, Heredia y Loring solicitaron a las Hermanitas de los Pobres, presentes en Granada, que fundaran una casa en Málaga. El 18 de marzo de 1865 llegaron dos Hermanitas, acogidas por las religiosas de San Vicente de Paúl. Con apoyo de familias benefactoras hallaron una casa en la calle Peligros, adquirida providencialmente. Poco después llegaron seis hermanitas más y el viernes de Dolores recibieron a las dos primeras ancianas. A finales de ese año ya acogían a 100 mayores.
El asilo pronto quedó pequeño, y Martín Larios prometió construir uno mayor. A pesar de los disturbios políticos de la época, en 1869 inauguraron un nuevo edificio a las afueras de la ciudad. En 1873, en plena agitación social, se les aconsejó abandonar Málaga, pero permanecieron confiando en la protección de San José, sin sufrir daño alguno.
Con el tiempo, la casa se convirtió en un hogar para unos 180 ancianos. La generosidad de las familias malagueñas y el respeto de las autoridades sostenían su labor. El 19 de marzo de 1877, el propio Alfonso XII visitó el asilo, agradeciendo a las Hermanitas su misión y dejando donativos.
Durante la Guerra Civil (1936), ante el riesgo para sus vidas, las Hermanitas se vieron obligadas a salir de Málaga y trasladarse a Gibraltar, dejando a los ancianos bajo cuidado laico. Regresaron en 1937, entre gran emoción de los residentes y apoyo del alcalde y los vecinos, que ayudaron a restablecer el asilo.
Con el fin de la guerra, la paz y el auge turístico de Málaga favorecieron la obra. Las Hermanitas pudieron mejorar las instalaciones y atender con más dignidad a los ancianos. Con la llegada de nuevas normativas sanitarias, se incorporó personal asalariado. El “Asilo de Ancianos” pasó a llamarse “Mi Casa”, reflejando el espíritu familiar que lo caracterizaba.
En 1990 se celebraron los 150 años de la Congregación y los 125 de presencia en Málaga con una solemne Eucaristía en la catedral. Entre 1992 y 1993 se acometió una remodelación completa del edificio, trasladando temporalmente a residentes y Hermanitas al Seminario Mayor. En octubre de 1994 se inauguró oficialmente el nuevo edificio con tres días de celebraciones.
Desde su fundación, más de 4.000 ancianos han sido acogidos en este hogar, encontrando atención material, espiritual y un ambiente de verdadera familia, gracias a las Hermanitas, los benefactores y voluntarios como los miembros de la Asociación Juana Jugan, que siguen manteniendo vivo el espíritu de servicio.
Av. Juana Jugan,35
30006 MURCIA
FUDACIÓN DE LA CASA DE MURCIA
El 26 de febrero de 1878 llegaron a Murcia 4 hermanitas – La Marquesa de Salinas y Beniel ayudo a la fundación del primer asilo alquilando una casa en el Malecón, que podía acoger a 30 ancianos; Fue el obispo de Cartagena D. Diego Mariano Alguacil, quien concedió la licencia a las hermanitas para instalarse en Murcia, y dedicarse al cuidado de los ancianos pobres viviendo de la caridad publica- El ultimo día de febrero de 1878 YA habían acogido 12 ancianas y 12 ancianos. Muy pronto la casa se llenó.
Resultando la casa del Malecón muy pequeña para las necesidades, pues había muchos ancianos esperando ser acogidos y también estando muy lejos del centro de la ciudad, se decidió aceptar una casa en Sta. Eulalia, que desde el principio había ofrecido una bienhechora la Sra. Aistor, además con posibilidad de ampliación si era necesario. Después de hacer varias obras, y reparaciones que eran necesarias, las Hermanitas y los residentes se trasladaron el 23 de Abril de 1880.
Pero las necesidades crecían, y se necesitaba de nuevo una casa más grande, y se encomendó esta intención a San Jose, el 9 de Julio de 1888 una persona anónima dejo en la portería un sobre con 30-000 pts. Para la construcción de la casa nueva. Posteriormente se supo que fue la Marquesa de Campillo la donante. Se compro entonces un terreno donde comienza la huerta, próximo a la ciudad, en el Portico de San Antonio de una superficie de 11741 m por cuyo terreno se pago 17500 pts. Y en agosto de ese mismo año comenzaron los trabajos de construcción, el 31 de diciembre se bendijo la primera piedra, el edificio construido en parte se comenzó a habitar el 3 de diciembre de 1890 y termino la construcción a finales de 1893 -la capilla quedo pendiente y no se pudo terminar hasta 1895.
En 1972, la superficie que quedaba en el portillo de San Antonio era de – 9000 metros al ser vendidos unos metros para el edificio Alba y lo que expropiaron para el ensanche de la Avenida Alonso Vega,
Viendo que la casa quedaba rodeada de grandes edificios, con humedades y poco sol, se transmito para vender el asilo del portillo de San Antonio, y hacer una nueva casa bien soleada en el Terreno de puente Tocino (Murcia)
El terreno de Puente Tocino, es una parcela conocida por “CALESA” que fue comprada a Dña. Blanca Nieves de la Cierva, y haces el 30 de mayo de 1967, a la que se unió otra parcela comprada a Don José Hidalgo y a Su esposa Carmen Baeza. en 1979 los linderos del terreno eran al norte con la acequia de Nelva, al Sur con la acequia de Álgida , al este con un camino de servidumbre Baeza, y al este con tierras de Don Ignacio Peña y la acequia Álgida.. En 1972 se firmo un contrato para la venta del asilo del Portillo de San Antonio con la empresa Bernal Pareja y su precio ayudo a pagar la nueva construcción-
Una parte se vendió al obispado de Cartagena, para la construcción de la Parroquia de San León Magno. En 1972, El 13 de julio se puso la primera piedra, el arquitecto del proyecto de José Fernández del Amo, la casa era para 170 ancianos.
En 1974 fue inaugurada la nueva casa por el obispo Monseñor Miguel Roca Cabanellas, y concelebraron 11 sacerdotes.
Pero en 1999 cuando un terremoto sacudió la región de Murcia, los cimientos de la casa fueron afectado y el mal estado del edificio y algunas zonas tuvieron que ser apuntaladas, En 2001 se decide derribar el edificio y hacer uno nuevo en el mismo lugar fue el 30 de enero de 2001 que salieron los últimos ancianos para el complejo del Espinado, antes habían sido trasladado al Asilo de Cartagena, En Noviembre se derriba el edificio de Puente tocino,
Los muebles y pertenencias del edificio que se pudieron conservar, se guardaron en un almacén del Camino Honda en Alcantarilla, Propiedad de Don Vicente Rodríguez Cortes,
En el año 2006 el 24 de junio se pone la primera piedra del edificio nuevo, y ese mismo año las hermanitas dejaron la casa de Espinado, pues las condiciones no eran las adecuadas y fueron a Cartagena.
En octubre de 2008 llegan las 4 hermanitas primeras para ir acondicionando la nueva casa y se empiezan a recibir los primeros ancianos el 18 de enero de 2009 que regresaban de nuestra casa de Cartagena que les había acogido. La Inauguración oficial fue el 1 de mayo de 2001 con una Eucaristía presidida por Mons. D; Miguel Angel Cárceles Cárceles , vicario General de la Diócesis, pues la sede Episcopal de Cartagena Estaba Vacante.


Av. Guipúzcoa, 38 – Buztintxuri
31012 PAMPLONA
En el año 1877 llegaron las Hermanitas a Pamplona; eran solo tres. En 1878, Matilde Cuba cedió dos casas a la congregación, situadas en la plaza de Recoletas. Ese mismo año fueron recibidos los primeros 42 residentes. Durante meses, el principal problema de las Hermanitas fue la búsqueda de financiación. Por norma, las Hermanitas viven de la caridad y piden limosna; fue por aquel entonces cuando el Consistorio decidió prohibírselo en repetidas ocasiones.
El 4 de octubre de 1878, cinco Hermanitas se trasladaron a la nueva casa de la calle Curia, en la que vivieron hasta 1879, año en que volvieron a mudarse a la calle Salsipuedes. El número de ancianos que hasta entonces habían logrado asilar era de 50. En 1883, las Hermanitas cambiaron nuevamente de residencia y pasaron a vivir en la calle Redín, en una casa que fue adquirida gracias a las limosnas.
La residencia situada en la avenida de Guipúzcoa, utilizada por las Hermanitas durante más de un siglo, comenzó a construirse en 1887. El 5 de marzo de ese año se adquirió una finca de 112 hectáreas por 4.640,65 pesetas. El 20 de marzo, el entonces obispo, Antonio Ruiz-Cabal y Rodríguez, bendijo la primera piedra de la residencia. Durante el acto, se enterró junto con el primer sillar una caja de plomo que contenía un crucifijo, varias medallas y monedas, retratos de benefactores del asilo, la historia de la casa y el acta notarial. El 10 de agosto de ese mismo año ya se había conseguido cubrir el primer piso y, dos años después, se terminaron las obras de la primera parte del edificio.
Finalmente, entre 1897 y 1898 se completó la construcción de las últimas partes del edificio: la capilla y las dos alas laterales. Desde entonces, con la entrada del siglo XX, las Hermanitas de los Pobres consolidaron su posición en la nueva ubicación, hasta llegar a asilar a 150 ancianos en 2007.
La residencia tuvo que ser reconstruida en su totalidad. La inauguración oficial de la nueva casa fue el 18 de septiembre de 2010. El cariño y respeto de los navarros hacia las Hermanitas de los Pobres se hizo especialmente palpable en aquella emotiva jornada. La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Pamplona, D. Francisco Pérez, acompañado por el obispo de Vitoria, D. Miguel Asurmendi; también concelebraron unos 26 sacerdotes. En esta solemne celebración se procedió al rito de bendición de la capilla. En su homilía, Mons. Pérez invitó a todos a dar gracias a Dios por la casa, en la que —dijo— viven “expertos de la vida”, que son para todos un testimonio, ya que su presencia sigue siendo válida e importante, pues representan un referente de lucha y esfuerzo.


Rua do Pinheiro Manso, 217
4100-412 PORTO (Portugal)
En 1895, siete Hermanitas llegan a Oporto y abren una casa para acoger ancianos necesitados. Pronto está llena. La historia muestra la Providencia divina y el cariño del pueblo portugués. Hoy sigue viva la colaboración y generosidad en esta ciudad.
El día 2 de enero de 1895, siete hermanitas llegan a Oporto y se instalan en una acogedora casa preparada con cariño y entusiasmo por unos amigos de la congregación. Las Hermanitas abren sus puertas con alegría y confianza a todos los ancianos necesitados de la ciudad y alrededores. A finales del mes de enero la casa ya se encuentra llena.
La historia de la casa de Oporto se parece a la de otras fundaciones y pone en evidencia:
• La solicitud amorosa de la Divina Providencia.
• El amor del pueblo portugués por esta obra en favor de los ancianos.
Muchos años después, la realidad de hoy despierta en nosotros sentimientos de gratitud. En esta ciudad de la Virgen, la colaboración y generosidad de todos continúa.
Passeig de Sunyer, 14
43202 REUS (Tarragona)


Av. Poeta Rilke, 2B
29400 RONDA (Málaga)
Las Hermanitas llegaron a Ronda en el mes de marzo de 1883. La primera casa que habitaron fue en rente de la Iglesia de Santa Cecilia.
Más tarde se compró el terreno denominado “La Cerca”, donde se construyó la casa en la que muchos ancianos fueron acogidos a lo largo de 99 años. Resultaba indispensable una gran remodelación; por este motivo, fue necesaria la construcción de una nueva morada prevista de las comodidades y el bienestar de nuestros días.
El edificio actual, situado junto al paseo de los Ingleses, con vistas al Tajo, es obra del arquitecto rondeño D. José María Sánchez Robles. Se puso la primera piedra el 29 de agosto de 1981. La construcción cuentó con la colaboración del Ayuntamiento de Ronda y del Ministerio de Sanidad y Consumo. La inauguración tuvo lugar el 18 de diciembre de 1983.
En estos más de 140 años son numerosos los ancianos acogidos, cuidados y amados por tantas hermanitas que han dado lo mejor de ellas mismas. Que la Providencia de Dios, a través de tantas almas generosas, siga ayudando a quienes lo necesitan. ¡Contamos con ustedes!
Av. San Agustín, 43-63
37005 SALAMANCA
Las Hermanitas de los Pobres llegaron a España en 1863 y, cinco años después, fueron acogidas en Salamanca para fundar una casa. El obispo de la diócesis, D. Joaquín Lluch, impulsó las gestiones necesarias para hacer realidad este proyecto, animado por su hermano Mariano, quien ya había promovido la fundación en su pueblo natal, Manresa. Sin embargo, la fundación en Salamanca no se concretó hasta 1872.
A finales de mayo de ese año, una Asistenta General salió de Madrid para visitar posibles casas y se proyectó establecer la comunidad en un antiguo convento de mercedarios, desocupado tras la desamortización. Las dificultades iniciales retrasaron algunos meses la llegada de las hermanitas. Salamanca era entonces una ciudad de menos de dieciséis mil habitantes, con barrios humildes como el de “Los Caídos”, y aún sufría las consecuencias de las guerras.
Finalmente, el 23 de diciembre de 1872 partieron en diligencia tres jóvenes hermanitas con su superiora. Viajaron todo el día y la noche, llegando en Nochebuena. Tras hacer una parada en Peñaranda, fueron conducidas a Salamanca por una bienhechora, que las llevó a la casa que el obispo había alquilado para ellas en la calle Padilleros, número 15. El obispo también les proporcionó muebles, víveres y una pequeña capilla, que fue lo primero que estrenaron.
El mismo día de Navidad recibieron a su primer acogido: un mendigo sucio, hambriento y casi desnudo, que ellas lavaron, vistieron y alimentaron. Lo llamaron Pedro José, pues apenas podía hablar. Era francés, decorador y pintor, que llevaba 40 años fuera de su patria. Su historia fue la primera de miles de ancianos que serían acogidos y acompañados por las hermanitas hasta el final de sus vidas.
Pronto la casa de la calle Padilleros quedó pequeña y se trasladaron a la Torre del Aire, donde permanecieron más de cincuenta años. Con el tiempo, este edificio también se volvió insuficiente y se proyectó una nueva casa a las afueras, en la carretera de Valladolid. El 2 de octubre de 1924 se colocó la primera piedra, en un acto solemne presidido por el príncipe de Asturias y acompañado por el obispo, veinte ancianos y doce ancianas. Tras tres años de obras, el traslado se realizó en julio de 1927 con la ayuda de un camión prestado y de los militares.
La inauguración oficial fue el 27 de agosto de 1927, en una procesión desde la Torre del Aire hasta la nueva casa, presidida por el obispo D. Francisco Frutos Valiente y el Santísimo Sacramento, en un ambiente de silencio y recogimiento.
Desde entonces, las hermanitas han mejorado y adaptado la casa para ofrecer lo mejor a los ancianos. Hoy, aunque la comunidad es pequeña, cuentan con la ayuda de personal, asociados y colaboradores. A todos expresan gratitud y se unen en oración, pidiendo al Señor vocaciones para que su obra continúe.


Av. Padre Claret, 7
40004 SEGOVIA
El 23 de diciembre de 1882 llegaron las Hermanitas a Segovia. Se instalaron en una casa con capacidad para recibir a 50 ancianos.
En mayo de 1885 decidieron comprar un terreno situado en “El Prado Monago”, ya que tenían muchas demandas de admisión. En 1886, el Marqués del Arco regala otra parcela y el 30 de agosto del mismo año se colocó la primera piedra. Los trabajos de construcción se terminaron en septiembre de 1889 y el 2 de octubre se hace la bendición de la casa.
De 1901 a 1903 se construyó la capilla y en 1967 un pabellón para matrimonios.
En 1983 se cerró la casa por no reunir las condiciones de higiene y seguridad necesarias para los tiempos actuales. Durante más de una década, la casa se mantuvo cerrada, mientras se estudiaba su futuro… Poco a poco se vio claro que las hermanitas debían permanecer en Segovia. Por ello comenzaron a ver las diferentes posibilidades, siempre contando con la Divina Providencia, que se hace ayudar por la generosidad de las hermanitas colectoras, su fidelidad y tenacidad en su misión de pedir para los pobres de Segovia y alrededores.
Por fin la preciosa casa que conocemos hoy en día, fue bendecida el día de San José de 2002. Para esa fecha ya había 35 residentes acogidos. La celebración fue presidida por Mons. Luis Gutiérrez Martín, obispo de Segovia, quien bendijo la capilla y consagró el altar. Fue grande la afluencia de personas de la ciudad, amigos, bienhechores, familiares, que acompañaron a las hermanitas ese día tan señalado.
Hoy en día la casa sigue acogiendo a los ancianos… ¡Hacer felices a los ancianos es todo! nos recuerda Sta. Juana Jugan.
c/ Luis Montoto, 43
41018 SEVILLA
Era en año 1878, cuando las Hermanitas de los Pobres llegaron a Sevilla contando únicamente con la Providencia de Dios y la buena acogida de los sevillanos.
Se instalaron, muy pobremente, en el nº 44 de la calle Zaragoza. Si bien es cierto que nombres ilustres figuraron entre los primeros bienhechores, hay que señalar que fue el pueblo entero el que colaboró y se interesó vivamente por esta nueva fundación, ayudándola con sus donativos en metálico y en especie.
La casa era pequeña y sólo podía albergar a 13 ancianos. La afluencia de pobres iba en aumento y se tuvo que pesnar en una casa más amplia. La buena acogida que los sevillanos habían tributado a las Hermanitas, se puso otra vez de manifiesto ya que, gracias a la generosidad de todos y después de una breve estancia en una casa de alquiler, el 11 de Junio de 1880 se adquirieron unos terrenos junto a la Iglesia de San Benito. Y las obras se iniciaron en 1886.
El 28 de noviembre de 1889 se inauguró la casa de la calle Luis Montoto, que entonces era la Calle de Oriente, en pleno Barrio de La Calzada. El paso del tiempo fue pidiendo una serie de reformas.
Después de 116 años, este edificio grande y espacioso, no podía seguir ofreciendo a los Ancianos el bienestar, el confort y la seguridad que necesitaban, de acuerdo con las exigencias del tiempo.
Por este motivo en 1995 se comenzó a estudiar la restauración y modernización de la casa, la cual en su exterior, volvería a tomar el aspecto que presentaba en sus comienzos.
En nuestros días esta casa está llena de ancianos y de vida. Confían grandemente en la Providencia de Dios que viene siempre en su ayuda, especialmente en los momentos más difíciles. El Señor nunca olvida a sus pobres…


c/ Capitan Cortés, 3
45600 TALAVERA DE LA REINA (Toledo)
El Cardenal Juan Ignacio Moreno y Maisanova, conociendo a las Hermanitas en Toledo, solicitó una fundación para Talavera de la Reina. Su petición no pudo ser atendida hasta después de su muerte. Fue así que el 13 de noviembre de 1885 llegan las Hermanitas a esta ciudad. Gracias a la generosidad de los talaveranos, las hermanitas pudieron alojarse, provisionalmente, en la actual Plaza de Aravaca.
Los pobres eran numerosos y las peticiones de admisión aumentaban, había ue pensar en un edificio más amplio.
Una gran amiga y bienhechora, Dª Joaquina Santander y su hija Dª Mercedes Delgado, se encargaron de costear el terreno. Bajo la dirección del Ingeniero, D. Mariano Leyva, se proyectó un gran edificio, el cual no pudo llevarse a cabo en totalidad; los recursos económicos obligaron a reducir la altura y en 7 años fueron construidas dos pantas.
El traslado de la casa de la Plaza de Aravaca a la Carretera de S. Román, se hizo en el mes de Agosto de 1892.
Las reformas se fueron sucediendo según las posibilidades.
En 1968 se efectuó la ampliación de un pabellón para matrimonios. Seguidamente, grandes mejorías se llevaron a cabo, gracias a la generosidad de los talaveranos. Es así que las hermanitas han podido ofrecer a los Ancianos el confort que merecen.
Esta casa necesitó una gran reforma, por este motivo se remodeló completamente. Después de varios años de trabajos, con muchas dificultades, el 24 de abril de 2010, tuvo lugar la bendición e inauguración oficial de la nueva casa. Para la ocasión estuvo presente el arzobispo de Toledo y primado de España, D. Braulio Rodríguez Plaza, en un pormenorizado acto litúrgico y eucarístico al que también asistió el alcalde de la ciudad (D. José Rivas) y las autoridades, además de residentes, familiares, hermanitas de las casas más cercanas y numerosos amigos.
Hoy en día, en esta casa tan cercana a la Virgen del Prado, la familia de Sta. Juana Jugan vive la alegría de saberse hijos muy amados de Dios.
Av. Països Catalans, 137
08500 VIC (Barcelona)
El 3 de diciembre de 1888, Fiesta de San Francisco Javier, 5 hermanitas de los Pobres llegan a la ciudad de Vic….
Serán una nueva luz para los ancianos pobres en este lugar.
En su primera casa, solo encontraron cuatro muros, pobreza total…un vacío que enseguida las hermanitas llenaron de Alegría…. Alegría serena, alegría profunda… la Alegría del Evangelio…
Su primer hogar pronto se queda pequeño…. En 1890 se trasladan a otra casa más grande para poder acoger más ancianos… pero aún falta espacio…
Vic acoge con entusiasmo y agradecimiento esta obra de Dios y el año 1900… el obispo de la diócesis, Josep Torras i Bages, dirige una carta pastoral a sus conciudadanos invitando a todos a ayudar a las hermanitas de los Pobres para poder construir una nueva casa mucho más grande, para poder acoger a los ancianos y alzar allí un monumento a Jesús Redentor… ya que como dirá el obispo en su carta:
“Esta institución, más por el bien que derivará de ella que por la magnitud de la arquitectura del edificio, será un monumento perenne de la Misericordia cristiana y constituirá así un homenaje a Jesús Redentor de los hombres a quien será dedicada esta casa y su Iglesia”.
En 1902 tuvo lugar la bendición del nuevo asilo, construido gracias al amor y a la generosidad de las gentes de Vic
Pasaron los años, pasó el tiempo, un nuevo siglo llegó, pero siempre permaneció la alegría… en 2016 comenzaron las obras para reconstruir la vieja casa y desde 2019 un nuevo y moderno edificio es el hogar de una gran familia… la gran familia de Santa Juana Jugan en Vic.
Se conservan algunos signos del pasado, pero es sobre todo al entrar en la Capilla, dónde el tiempo parece pararse… la presencia del Señor y la contemplación de las pinturas del ábside nos hacen volver a los orígenes para recordar a aquellas primeras hermanitas llegadas a la ciudad de Vic que, con gestos de ternura y caridad, delicadamente, acompañaban y conducían a los ancianos hacia el Señor, hacia el Amor que a ellas les impulsaba a entregar su vida con Alegría.
Sólo el Espíritu santo puede mantener la frescura y la autenticidad de los comienzos y, al mismo tiempo, infundir el coraje de la audacia y de la creatividad para responder en cada lugar y a cada momento a los signos de los tiempos…. La obra de Dios empezada por Juana Jugan continúa viva en Vic, en esta casa si mantienen siempre viva la llama del Amor que arde desde el invierno de 1839 y que Dios pone en las manos de cada hermanita, de cada trabajador, de cada asociado.
Hoy como ayer, seguimos todos caminando juntos… pasado, presente y futuro, unidos todos en un armonioso himno a la Alegría.
